Prima de riesgo, deuda soberana, bonus, solvencia, agencia de calificación, dación en pago, apuestas a la baja, capitalización. O términos tan impronunciables como hedge founds, credit default swap (CDS) o subprime.
Hasta hace algunos meses, la mayoría de ellos resultaban prácticamente desconocidos para gran parte de la población. Sin embargo, ahora encontramos a diario noticias sobre ellos. Aunque sólo nos suenen; porque, sí, están ahí, lo sabemos, pero seguimos sin comprender muy bien lo que significan.
El caso es que cada vez que escucho alguno de ellos, mi sistema nervioso se activa, autónomamente y sin pedirme permiso, porque intuye que el contexto en el que se incluirá no será nada relajante. Y nunca se equivoca.
¿Será una reacción exclusivamente mía, y tengo que empezar a preocuparme por ello, o es algo más habitual de lo que creo?